martes, 20 de junio de 2023

Bill Thomas Cheetah

Aunque no me considero un coleccionista de slot al uso, hay algunos coches que no puedo parar de acumular. Uno de ellos es el Cheetah creado por el preparador estadounidense Bill Thomas para competir con el Cobra, uno de los diseños más radicales que han existido, con un motor Chevrolet y el piloto literalmente sentado sobre el eje trasero. No voy a soltar el rollo sobre la historia del cacharro, si alguien quiere profundizar internet está lleno de información y nada mejor que la Wikipedia (https://en.wikipedia.org/wiki/Bill_Thomas_Cheetah). Vamos al grano, os voy a mostrar una selección de trastos a 1/32 representando al guepardo que no os va a entrar un pelo de gamba por el ojete:

Para empezar una imagen de todos mis Cheetah en esta escala, como véis las diferencias entre ellos son bastante llamativas, motivadas en parte porque los poco más de 15 vehículos construidos eran variaditos en cuanto a motores y soluciones técnicas (por no hablar del incontable número de réplicas posteriores). 
Bill Thomas Cheetah - COX 1/32
Comenzamos con la última pieza llegada a la colección, el muy buscado y espectacular, tanto por los  detalles de carrocería como por su mecánica, modelo del fabricante americano COX. Parece mentira que a mediados de los 60 se llegase a este nivel de detalle en algunas piezas como por ejemplo, los carburadores Holley que sobresalen de la tapa del motor:

Bill Thomas Cheetah - COX 1/32 - detalle del capó motor.
Aunque el cochecito de marras muestra claras cicatrices de guerra, está en bastante buena forma para cumplir dentro de poco 70 años. Llevarlo en la pista es una gozada, la mecánica, una vez puesta a punto y engrasada, es un prodigio de suavidad y prestaciones, aunque los neumáticos Fleischmann que alguien montó en el eje trasero tienen verdaderos problemas para transmitir la tremenda potencia del motor 16D. Habrá que buscar unos buenos.
Bill Thomas Cheetah - COX 1/32 - vista trasera
Pasamos al segundo en antigüedad, un Strombecker fabricado bajo licencia en Francia, en un raro color amarillo. Simplicidad extrema, rozando lo cutre, chasis de plástico de andar por casa y poco más. A pesar de todo ello, tiene su encanto. Juzguen ustedes mismos.
Bill Thomas Cheetah - Strombecker FR

Bill Thomas Cheetah - Strombecker FR
Como véis la carrocería es mucho más sencilla, tiene detalles diferentes del coche de COX, como dos luces traseras en lugar de 4 (ambas son correctas, dependiendo de la unidad producida). Sin embargo los pilares A de la carrocería no existían en el coche original, sólo aparecen en algunas réplicas. Los estrechos neumáticos quedan raquíticos en los pasos de rueda, sería fácil solucionar esto, pero he preferido dejar el modelo original.
Con el siguiente modelo ocurre exactamente lo contrario, detalles no le faltan y las ruedas son muuuy grandes, casi demasiado. Es un Carrera de la década de los 2000, y, aunque en mi opinión es un pelín caricaturesco, algo ensanchado y bestial, mola muchísimo.
Bill Thomas Cheetah - Carrera 132

Bill Thomas Cheetah - Carrera 132: atención al detalle de los remaches...
La pareja que os muestro a continuación es MRRC, que sacó a la venta este monstruo en su serie de clásicos, con chasis Sebring de plástico y motor Slimline hace unos 15 años. 
Bill Thomas Cheetah - MRRC

Uno de ellos está "casi" tal y como salió de fábrica, exceptuando eje trasero completo (con corona de tornillo slot.it y llantas metálicas, aprovechando el tapacubos de la llanta original). En mi opinión el trabajo que la marca de Jersey ha hecho en la carrocería es el único que hace justicia al avanzadísimo a su tiempo molde de COX, no así la mecánica, aunque la mecánica no es gran cosa (con un poco de trabajo y algún contrapeso se le puede hacer ir muy bien, pero el motorcillo peca de falta de par y freno, aparte de no ocupar un tercio del volumen del coche, como pasaba con el small block del Corvette del coche real).
Bill Thomas Cheetah - MRRC

Para el segundo MRRC sí que hubo un camino diferente: aparte de que la carrocería está construida con un kit, y pintada en plan fantasía con degradados de amarillo a naranja, tiene algunos detallles diferenciadores del rojo y el chasis, sin salirse de la marca MRRC, es un Clubman pero esta vez de aluminio, con unas llantas sacadas de un Lola de Fly y un motor de caja corta de 25.000 rpm que le da un comportamiento cafre muy acorde con su filosofía.
Bill Thomas Cheetah - MRRC Vs MRRC modded
En esta vista se pueden observar diferentes motores (trompetas o carburadores con cubierta transparente) y retrovisores o tapones de combustible. El detalle del deflector que se montaba para que el parabrisas no se llenase de mosquitos es (creo) único en este molde.
Las mecánicas también son variadas, sin duda la más interesante sigue siendo la de COX, con chasis y llantas de Magnesio, con su gris característico debido a la oxidación, guía basculante, un motoraco mabuchi 16D y un conjunto piñón/corona muy bien ajustado. El Strombecker lleva un chasis de plástico con un motor propio, se podía montar una versión metálica de la misma marca que lo ennoblecía bastante. El MRRC Sebring tiene sus cosas buenas, como que ocupa poco espacio y que es regulable, y malas, como el mal engrane de la corona debido al offset del motorcillo FF, que afectó a las primeras referencias que se produjeron pero parece que se resolvió en parte posteriormente. En este caso la unidad, como he indicado antes, lleva una muy buena corona con 28 dientes, y es de agradecer. El Clubman metálico es de una conducción mucho más divertida, tiene varias modificaciones, siendo la principal el cambio de los ejes a 2,38 mm (viene con 3mm de serie), contrapeso detrás del eje delantero y alguna cosilla más. Respecto al Carrera , en la imagen se puede apreciar el típico diseño de la marca, con la guía atrasada, 2 imanes y una anchura considerable. 
Bill Thomas Cheetah 1/32 chasis

Espero que os hayáis picado un poco y os hayan entrado ganas de quemar goma, aunque sea sobre la pista de plástico...