sábado, 8 de junio de 2024

Renault 5 Turbo 1/24 - resucitando a un viejo guerrero

 Hace unas semanas recibí un paquete de mi buen amigo Carlos Reboredo, y entre las pequeñas maravillas que en él venían, había una carrocería de Tamiya de un Renault 5 en la escala grande, con el que Carlos compitió en rallyslot 1/24 hace muuchos años. Ni corto ni perezoso me dispuse a remotorizarlo.

Renault 5 Turbo probando luces
Para ello, saqué del cajón un chasis 1/24 Plafit Excel también con más años y carreras que el hilo negro, pegué los soportes laterales y le coloqué unas ruedas de 17 (espuma) con unos tabacubos más o menos apañadejos, intentando salirme un poco de las típicas minilites, y haciendo un agujero en el centro para poder ajustar mejor los ejes de 3 mm.

Chasis Plafit Excel de los 2000...
La guía que llevaba montada el Plafit era la típica de pista de madera, que en su momento había adaptado a la profundidad y anchura del slot de una Ninco. No me parecía lo más correcto para un coche de rallyslot, así que me puse manos a la obra a diseñar una guía basculante para un chasis Excel, que tiene su miga debido al sistema de suspensión delantera que equipa.
Desastroso experimento de guía basculante

Soporte de "guía definitivo" impreso en 3D

Como véis en las fotos el resultado, aunque funcional, requería de unos tornillos muy cortos de cabeza avellanada que no tengo, y un montón más de problemas que no tenía ganas de resolver... tomé la decisión de hacer un soporte de guía fijo que pudiera montar una Scaleauto de Tornillo con muelle, que hace el trabajo mucho mejor que la que el chasis llevaba antes en una pista de plástico revirada.

El motor es un caja larga con unas 22.000 rpm, con un piñón de 8 dientes y una corona Carrera (ambos de latón), me encanta la suavidad del engrane, y parece bastante resistente. 

detalle del engranaje  con una corona carrera 1/24

Respecto a la carrocería, aunque la decoración mostraba el paso del tiempo, con el color de algunas calcas degradado y picotazos por aquí y por allá, me pareció que era importante mantener el aspecto general del coche, mostrando cicatrices de batalla como buen veterano. Así, que básicamente he tapado algún desconchón en la pintura y calcas, añadido algo de roña y manchas y poco más. 



He añadido un kit de luces fabricado por MAC, el especialista en electrónica de nuestro club. Tiene un condensador bastante grande (está pensado para 1/24) y funciona bien, ha entrado un poco justo en el habitáculo, pegado debajo de la bandeja de pilotos, que es la que Carlos construyó en su momento y que he mantenido en su estado original. he rebajado y pintado de amarillo los led delanteros, y aunque han perdido bastante potencia, el resultado me parece muy real. Los traseros iluminan mucho, y además se encienden más fuertes cuando el coche se para, simulando unas luces de freno.

El copiloto, leyendo el periódico local de Lugo
En la minipista de casa, a pesar del elevado peso de la carrocería de maqueta de Tamiya (unido a un interior completo en plástico, kit de luces, etc), el buen ajuste de basculación del chasis y sus contenidas dimensiones lo hacen muy divertido, además ha hecho uno de los mejores tiempos de mis 1/24, siendo muy fácil llevarlo rápido, el coche es noble y no te sorprende con reacciones raras. Ahora va directo a la vitrina (alguna cosilla le queda por hacer, como ese limpia roto), de la que saldrá para dar algunas vueltas de vez en cuando, y ¿por qué no? lo mismo me animo a participar en algún rallyslot con él.


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