jueves, 13 de febrero de 2025

Ford Thunderbird 1962 - Restomod de un Eldon

T-Bird'62

Hace un tiempo, cayó en mis manos un Ford T-Bird de Eldon, pero no la versión de slot, sino la carrocería estática. El coche, una reproducción simple, barata, tosca y un pelín pequeño, estaba completo, pero el plástico azul de la carrocería estaba arañado, con marcas de haber tenido unas gomas apretándolo y descolorido en algunas zonas. 

Así lucía después de lijar la carrocería y unas cuantas pruebas de chasis
Mi plan original era remotorizarlo con un chasis 3D, concretamente el que adapté recientemente al Chaparral 2D de la misma marca, que admite cunas de motor tipo slot.it, y que permite darles a estos cacharros buenas prestaciones. Hubo de modificar bastante el diseño, pues el coche es mucho más estrecho que el Chaparral, y además lleva las ruedas traseras cubiertas, por lo que el espacio para jugar con la anchura de las ruedas está bastante limitado. Además tiene una distancia entre ejes mayor, sin embargo la guía debe estar más atrasada.

Vista inferior del coche e interior en vacuforme
Una vez más o menos resuelta la mecánica el coche empezó a molarme más y a pedir cosas, así que me decidí a repintarlo con un color metalizado de esos que según les da el sol tienen diferentes tonos, con unas viejas llantas de scalextric y sus gomas originales, que tras un rato de lijado para quitar la parte cristalizada de la goma empezaron a agarrar (no demasiado, derrapadas garantizadas). 


Antes y después de cromar los conjuntos paragolpes-luces (las fotos no hacen justicia al cromado, luce como si estuviera nuevo)
Las piezas de los paragolpes y luces (todo junto, ya digo que el molde es muy sencillo), fueron recromadas y pinté algún detalle, que siempre es de agradecer. 

Probando el interior...

Para el interior utilicé el del juguete estático como molde (con pequeñas modificaciones) para hacer un vacuforme al que di unos toques de color y coloqué un piloto, tuve que rebajar la pieza de los cristales para que le entrara la cabeza.




La verdad es que el T-bird ha sido un proyecto muy agradecido, y en la pista te pegas las horas muertas dándole caña y derrapando como un loco.




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